martes, 25 de septiembre de 2012

Los héroes de a pie de Cortefiel




Pues ya era hora. Hartita me tenían de ver esgüílfaras, por no decir anoréxicas, modelos y actrices haciendo posturitas delante de la cámara (¡vamos, Susi, dámelo todo, hazle el amor a la cámara!) metidas en trapos con los que no sabría muy bien qué hacer. De ver adonis de esos que una no tiene muy claro si son hombres de verdad o nos encontramos ante un nuevo espécimen de macho-aniñado que te sabe combinar camisa y pantalones a la perfección pero no sabría decirte cuál es el borde que corta de un cuchillo. Así que, repito, ya era hora.
Ya era hora de que alguien recuperase a los hombres y las mujeres de verdad, los primeros más o menos afeitados, pero no galanes de diseño, sino los auténticos; las segundas, mujeres de las que puedes ver por la calle, bien vestidas, sí, pero con curvas en su sitio, de todas las edades y algo más que una tirante capa de piel agonizando sobre los pómulos.
Bien es cierto que no hay una sola persona en esa foto central que constituye la representación global de la colección de Cortefiel para otoño de 2012 que pueda considerarse siquiera ligeramente rellenita, pero al menos ninguno de los "modelos" parece estar a punto de experimentar un bajón de glucosa ante los focos.

Me encanta la campaña: "Gente valiente". Puede que sea porque también suele gustarme la ropa que diseñan y porque el hecho de que no hayan sucumbido al terrorismo emocional de otras tiendas que rebajan una o dos tallas la ropa con respecto a su etiqueta (de modo que si por lo general llevas una 40 en muchas tiendas esa talla puede ser de una 42 a una 44) me inspira una cierta lealtad. Quién sabe.

Sean cuales sean mis motivos inconscientes, a nivel consciente me reafirmo en el hecho de que la campaña me encanta. Me gusta lo que representa o lo que da a entender: que los héroes no salen en las pantallas de hollywood (a no ser que lleven muertos el tiempo suficiente como para que se base una película en su vida y milagros), ni en los programas de televisión, sino que es gente con la que te cruzas cada día, que triunfa en la vida sin que le hayan tocado unos hermosos ases de mano. Se puede llevar aún más lejos: que esos héroes valientes nos los podemos encontrar en la parada del autobús de camino a una mierda de trabajo que por no ser no es ni mileurista; o de noche como camareros de un bar después de haber estado toda la mañana en la facultad y estudiando de tarde; o paseando perros para poder pagar el alquiler del piso porque con su otro trabajo no cubren gastos; o con cincuenta y tantos años yendo a una entrevista de trabajo con la certeza de que a su edad ya no van a ser elegidos para ningún puesto que valga la pena; que es gente que a pesar de las circunstancias sigue tirando del carro porque maldita su alma si se van de esta vida perra sin gastar hasta el último cartucho antes de tirar la toalla.

Creo que la publicidad tiene que significar algo, para bien o para mal, y lo cierto es que para mí esta campaña significa muchas cosas, todas ellas para bien. Deja atrás esas bazofias imponibles de la moda de pasarela, parece decir, y vuelve a lo que sabes que es elegante y favorecedor sin remedio. Se valiente y atrévete a ser diferente siendo clásico. Vuelve a Cortefiel.




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