miércoles, 10 de octubre de 2012

Las damas de Alfa


Casi cualquier amante de los coches reconocería que Alfa Romeo no necesita publicidad. Son coches hermosos, de líneas elegantes y feroces a un tiempo, que irradian poder y control incluso estando aparcados.  No puedes evitar mirarlos y, si te gustan verdaderamente los coches, no puedes evitar desearlos. Si esta casa tiene un problema, es su triste tendencia a devaluarse en cuanto los sacas del concesionario.
Así que no es muy frecuente ver un anuncio de Alfa en la televisión. Son coches de alta gama que no llegan a los precios prohibitivos de otras marcas, como BMV o Mercedes, pero que ofrecen la gran mayoría de sus prestaciones salvo, quizás, el prestigio social que acompaña a éstas últimas. Pero eso no importa, ya que si tienes un Alfa posiblemente prefieras el placer de ver ese característico morro ante ti a que la gente te mire especulando sobre tu bonanza económica.
No obstante, en Alfa les gusta recordarnos que siguen ahí y que, de vez en cuando, rescatan antiguos modelos del baúl de los recuerdos y convierten los dulces clásicos en nuevas fieras de deslumbrante belleza. Los italianos son así.
Catherine Z Jones se nos presenta en el anuncio como una mujer seductora y elegante, pero también inteligente, versátil y, por qué no, un tanto femme fatale. La siempre perfecta actriz es capaz de salir de una fiesta y resolver sin problemas el pequeño inconveniente que se le presenta al querer subirse al coche: es imposible abrir las puertas. Ante semejante "nimiedad", Jones no duda en quitarse los zapatos, rasgar el lateral de su vestido por un lateral para adquirir mayor movilidad y entrar desde el maletero hasta el asiento del conductor. Todo ello con elegancia y sensualidad, mostrándonos que el coche es tan versátil como ella misma.



Aquí tenemos al clásico Alfa Giulietta reinventado. Y Julieta ya no es la lánguida damisela que solía ser, ahora nos encontramos con que la imagen que Alfa ha asignado a su línea menos diversificada es nada más y nada menos que Umma Thrumman, una mujer que desprende a raudales ese aire de mujer sensual con la que no querrías tener problemas. Femenina, pero peligrosa. Ella presta su voz, pero es el coche el que nos habla describiéndose a sí mismo a la perfección: la belleza y la tecnología fusionadas de un modo tan sublime que sólo puede estar hecho de sueños. Concluye con una frase que se ha hecho tan famosa que es automáticamente asociada no solo a Alfa, sino al modelo Giulietta en particular: "Sin el corazón, solo seríamos máquinas".

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